Tripulación contra vos.

En el fondo de mi, una nave recorre por todo mi cuerpo el interior de mis venas. Dicha nave tiene expectativas que cumplir. Un protocolo que para lograr sanar a tiempo y no destruirme en pedazos como los que estoy frecuentando a hacer.

En la nave, hay rayos que destruyen memorias. Que desatan nudos sobre mi espalda y llegan a la corteza cerebral para intentar desaparecer hasta el ultimo rastro de las imágenes que tengo contigo. Sé que no somos robots. Entiendo claramente que olvidar a veces no es lo mejor pero veo que no hay otra razón por la cual luchar.

Sobre los comandantes que tripulan este viaje, hay objetivos de intentar sanar el corazón. El asunto es que desborda de amor porque tu forma de pensar me dejo totalmente vulnerable a vos. Ya lograste internarte en mi y no me siento lo suficientemente fuerte para dejarte ir. Por eso, es que esta tripulación debe y cree que lo mejor será utilizar los cohetes que destruyan todo. Y llevar un nuevo órgano para volver a comenzar.. una vez más.

Y en mis dedos, mi sangre corre e intenta explicarte una y otra vez, que te admiré con todo mi ser. Intento hacerme entender porque no pude cumplir con tus plegarias y ver que de esa manera era suficiente. Que no necesitaba amarte para seguir adelante y ayudarte, quizás, a llegar a tu amor. 

Es porque me siento hoy que estoy en falta. Tus abrazos ya no están y yo no se como dejar de repetirte en mi. No se como olvidarte sonriendo aquella mañana de domingo entre mis brazos y poder almorzar sobre la cama entre risas... y tanto dolor que pre-anunciaba el desamor.

Una consciencia limpia, siempre debe llevar a buen puerto. 

Los vestigios de tu amor siempre van a estar en mi.

Porque así yo me los quiero permitir.

Y así aprender que sin dolor, no se llama amor.