Solos eternos.

Entre los sentidos que llevamos, los momentos que dejamos y las victorias que logramos, sufren almas en pena intentando entender al destino. Motivando las noches solitarias entre música y frases que sepan aliviar al tiempo.. al único protagonista de todo.

Abriendo paso al camino que había bloqueado, una vez más decidí largarme en prosas. En solos de guitarra eternos, en la de transformar el veneno en papel y desahogar todo ese caos que el corazón suele invocar en el malestar. Claro está, que lo invulnerable de razonar siempre es frágil y lo invaluable de esperar, también lo es.

Por último, el resurgir de la niebla lleva su propio decidir. El como probar nuevas dimensiones. Momentos que la razón y el corazón se juntan a formar la misma palabra y desarmar hasta el último aliento, en la soledad, para volver a empezar.

Pero para poder superar, primero se debe dejar de extrañar. Y cada insomnio me devuelve inconscientemente a la luz de la vela de aquel bar. Donde los momentos dan un comenzar. Donde tu felicidad provocaba mi andar y lo cálido en tu pensar, destronaba dioses y religiones .

Donde el te voy a extrañar no quiere ni va a parar de sangrar..