De las noches que soñamos,
Sufrimos y esperamos.
Superamos y nos liberamos.
Son las noches que deseamos.
Cuando todo daba igual
Todo se daba desigual. Inusual.
Se rompían estructuras, se sentían las fisuras.
Se soltaban en andas las esperanzas.
Y es ahí cuando un verso abre al otro.
E incitan a frenar, o a dar más.
Dar todo por nada. O darlo... por nada.
A dar lo que no hay. O inventar lo que no existe.
Empezamos de cero y todo está en calma,
con gotas del olvido, con gotas del alba.
Con gotas de sangre sanamos el alma.
Y con amor, aliviamos al destino.
Entonces, quedamos en el bar de inicio.
Sin cita, sin futuro, sin principio.
Sin finales que desatar de más.
Porque lo único que queda es volver a amar.
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