Siento que jamás voy a abordar ni abandonar el barco. Que el viaje más largo y hermoso termino y esta por empezar. Que los caminos se mantienen cerca y distanciados a la vez. Que allá hoy también puede ser aquí. Que rompemos con todo lo que planeamos y que planeamos todo lo que rompemos.
Te decidiste a viajar para alejarte del calor con el que mi corazón solía abrazarte. Y yo no logro dejar de pensar en esa idea que ronda como si fuera un infinito recorriendo su propia superficie exterior. Una cinta que empieza en el centro y termina en el centro. Un retazo de tela que quiere ser vestido pero sólo va a ser un parche.
Rompiendo así con el típico momento donde sanar, sólo empieza por olvidar. Aferrando los sentimientos a ese último abrazo que te sostuvo en el aire en aquella plaza que se ubicaba en un pueblo sin cuadras completas. Retirandome decidido a olvidarlo todo para lograr no dañarte una vez más. Así, fue como acabé traicionando mi humilde y débil intento.
Y una vez más ahogado en este mar de "no se que", vencido por intentar llegar a vos sin que me quieras destruir en tu interior y escuchando melodías de tu corazón, es que me doy cuenta que Nunca, tenía razón. Que esto es demasiado para mi.
Demasiado para mi, amor..
Entonces, todo lo que no puedo sanar sin lograr ocultarte lo difícil que hay en ello..
Eso es lo que te intento explicar.
Eso es lo que tanto te extraño.
Eso es lo que no me deja en paz.
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