En la terapia del silencio donde me has puesto, no existe peor debilidad que el destierro. Me sentía rey de las tierras mas bellas y hoy no tengo nada a quien reclamar.
No puedo ni siquiera encontrar un culpable de mi insomnio. Tu silencio me hace azotarme una y otra vez por estár lejos de vos. Culpandome una y otra vez de nuestra distancia. De no poder saber porque no puedo volver a ti sobre los pasos que di.
Me duelen los pies de tanto caminar. Siento que no encuentro rumbo sin tus cariños. Cierro los ojos y sin embargo ahí los tengo. Como si parecieran pegados del lado interno de mis párpados.
Realmente te pido redención. Intente todo por los dos. Y hoy parece que solo sufro yo. Perdido en mi borrachera, sin cordura que me mantenga. Ya no encuentro inspiración para seguir adelante esta misión. No veo porque dormir si te puedo soñar despierto mientras mi consciencia masacra mi presencia con tu ausencia.
Y perdido en esa línea delgada de obsesión y amor, ya no puedo seguir sin vos. No se cómo continuar mis días sin planear como tener tu amor. Los días más largos los sufro yo. En tu memoria ya no hay amor y en la mía sólo hay dolor. Provocado por el bloqueo mental que tu silencio me dio.
Yo se que puedo.
Yo solo quiero estar en vos.
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