Despertó para comprender las cosas que estaban pasando. No entendía porque le tiraban de la mano para despertar tan violentamente. El había pasado un tiempo que luchó con tanto esfuerzo y no podía recordar lo novedoso y hermoso que era estar vivo. La profunda caricia inminente de sentir cada sentido.
La lucidez de una persona que estaba intranquila con su conciencia, hablaba. Un despierto de corazón y alma pero con las alas cansadas de volar, se hicieron silencio un tiempo. Descansaba sus ojos para olvidar el dolor de su mente y después de tantos días, despertó para vivir su día y disfrutar al calor en ese patio.
-¡Wow Mamá, que brillantes son los colores!
Eras conciente por esos segundos. Te encontrabas asombrado del sol y la imponente energía que sobre tu cara radicaba. Volviste adentro con todas las miradas en tu espalda de lo profundo y hermoso que habías exclamado naturalmente. Despertaste de un largo sueño para iluminar nuestras conciencias desde tu alma: Nos cuesta vida vivir.
Eras conciente por esos segundos. Te encontrabas asombrado del sol y la imponente energía que sobre tu cara radicaba. Volviste adentro con todas las miradas en tu espalda de lo profundo y hermoso que habías exclamado naturalmente. Despertaste de un largo sueño para iluminar nuestras conciencias desde tu alma: Nos cuesta vida vivir.
Nadie nos iba a dar ese empujón. Era muy dificil comprenderlo en ese momento. Pero son días. A veces desde la tierra y otras desde el cielo. Siempre pienso sobre ese momento que te encontré deambulando por las nubes como yo en un sueño. Y hoy miro al sol como si te mirara a los ojos en ese momento y pienso:
"Wow, que brillantes son los colores"
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