La teoría del fotógrafo.

Todos sabemos cómo tomar una foto. No hay más ciencia que apretar un gatillo en dirección hacia donde se quiera tomar el retrato y esperar al click terminar con su trabajo. Como resultado tenemos una imagen que marca lo que uno decidió retratar.

Entonces, he aquí la teoría del fotógrafo.

Una foto puede tener varios objetos, lugares o personas. Puede tener contraste, brillo o sombra. A veces algunos colores resaltan más que otros. A veces algunas sonrisas contagian tu día como algunas armas de fuego te ponen de lágrimas tus mejillas.

Pero lo que muchos no logran ver es la esencia que está detrás de la foto. 

Un retrato es capaz de llamar a todos tus sentidos utilizando solamente uno de ellos, la vista. ¿Que pasaría si pudieras estar detrás de esa cámara y harías uso indiscriminado de los otros cuatro sentidos? Podrías darle un olor a pasto fresco a ese paisaje o a lo mejor ese aroma de pan fresco de panadería de la esquina. Sentir con tu mano la suavidad de la melena de un León o el rugir del mismo sobre su pecho. Que se te haga agua en la boca de solo ver esa mesa de Domingo llena del cariño que tu abuela le quería dar a toda tu familia y saber que cocino tu comida preferida para poner tu panza contenta. Y ni te cuento escuchar esa brisa del mar o los grillos en la naturaleza salvaje que transmiten esa paz inacabable que solo se encuentra en el interior de tu alma..

La teoría del fotógrafo explica que a veces no basta con mirar las cosas. Hay que saber observar la esencia en cada imagen para disfrutar del mundo. Hay tantos detalles que no se ven y son realmente indispensables para poder entender la profundidad e inmensidad de lo hermoso que estar vivos tiene en tu día a día y no es más que abrir un poco más tus ojos para que todo esto sea parte de vos.

El verdadero gusto de SENTIR en esta vida, está en la teoría del fotógrafo..