jueves, 28 de febrero de 2019

Sonrisas con segundos de vida.

El impacto intrinseco que puede generar un solo segundo de tu sonrisa es el resultado de ecuaciones diferenciales del 3er orden sin condiciones iniciales.

Si, hablamos de siglos y siglos de cálculo matemático para poder descifrar el misterio de como una sola sonrisa, seguida de otra me quitó las palabras de la boca que iba a usar para pedir otra pinta. Pensé que me había olvidado de todo conocimiento en solo un segundo.

Me invitaste una sonrisa, te respondí con otra y miré al suelo de vergüenza. Recordé que debía responderle a la cajera y cuando mire hacia arriba, me invitaste otra sonrisa como cual nene convidando un chicle Dinovo con forma de huevo de dinosaurio y no me quedo opción que sonrojarme y sentirme tibio después del escalofrío que sentí en ese instante.

Cosas únicas pasan en los bares.
Flechas de acá para allá cómo guerras sin declarar que empiezan en el borde de tus finos labios pintados de rojo sangre y terminan en la profundidad de tu inigualable mirada. Me quedé sin palabras para admirar ese instante que en segundos se atrapa y en mi vida se instala.

Quién sabe que sonrisa te depara el futuro..

martes, 12 de febrero de 2019

Soledad sin edad.

Tus cicatrices se desvanecen en mi porque aprendí que realmente no necesito de vos para poder soñar con lo que hoy puedo lograr.

A veces es difícil superar los rastros que las personas dejan al pasar, pero no hay verdad por experimentar cuando los tiempos de la vida no dejan de pasar día a día.

Sentite orgulloso de estar solo. De poder luchar por vos mismo y encontrarte entre tus almohadas buscando los sueños que tanto anhelas.

Se que es difícil no poder compartir algo tan hermoso como los besos en la mañana, los abrazos en la cama o las miradas con lagañas pero hay que saber cuándo es momento para estar solo y tus objetivos lograr haya o no compañeros que vayan codo a codo junto a vos.

Buscate, encontrate.
Quererte, deseate.
Soña, volá.
Que el tiempo vale oro y es poco.

sábado, 9 de febrero de 2019

Por miedo.

Por miedo a la soledad, te quedaste vacío.
Fuiste parte de amistades que no valen ni un pasado. Destruido para volver a armarte y con esquirlas en la espalda de la gente que te daña te esmeraste en sacar todas las dudas de la vaina en una espada sin filo que corto con tu propia ternura.

Por miedo al temor, hoy transpiras el frío.
Te sentiste atrapado y a la vez cautivado. Victima de un lamento ajeno que te hizo prisionero de esta celda llena de sentimientos perpetuos. Mientras de a ratos tu cuerpo flotaba, hoy en la nada se encuentra varado como barco sin hundirse y sin Capitán a su comando. 

Por miedo al amor, no arriesgas ni a un suspiro.
Cuando nunca disfrutaste lo bien que te sentías, hoy caminas sobre duelos jamás terminaron. Pues detrás de tu verdad se oculta tu cordura donde no puedes superar tal angustia que hoy te hace esclavx de todas tus dudas.

Por miedo al reloj, hoy estás en el pasado.
Sin presentes ni futuros que te aplaudan un segundo. Cómo ritos que arrancan cada cara de tus estados y te mueres lentamente cuando sabes que de ti ya se han olvidado. Ante vasos sin hielos que aún no se han acabado, vuelves rápidamente a dudar de tu espacio y tus pasos.

Sin miedos nadie vive. Pero como la vida es una sola, basta de miedos ya bailados. Cómo tangos que someten esos cortes bien armados y arremeten sin paciencia a este pobre desgraciadio que sin gracia hoy te cuenta su único descargo de poderse superar para recuperar su tiempo mal gastado..


domingo, 3 de febrero de 2019

Banda de Mobius.

Vení. Sentate a mi lado.
Te quiero mostrar un mundo.
Un comienzo en el camino de las pieles.
Hacia el final que queramos tener.

Empecemos por aquellos primeros días. Esos donde todavía hay incerteza de como puede salir todo. Si realmente podemos lograr llevarnos bien o colapsar en nuestra primer pelea. De hablar con cualquier amigo sobre cada segundo a segundo. Cada palabra que cruzamos para buscar detalles como si fueran un código escondido entre lineas.

En el medio, la magia empieza a nacer. Nos volvemos uno solo. Nos desarmamos y nos armamos. Desnudos todo el día, pegados al otro. Como salidos de una caja de rompecabezas de dos piezas sabiendo como encastrar en el otro de varias maneras. Viendo como buscar el pegamento que va arriba de nuestras piezas para quedar inmóviles en una pared para ser vistos todos los días.

De repente, respondes casi insolente. Como enojada, pero totalmente inocente. Me siento culpable de no entender porque me haces vivir este infierno constante de tus lagrimas sin antecedentes. Como saltando de tus pómulos para matar mi consciente. No logro entenderte. No puedo volver a verte. No hice nada para merecer dicho presente.

Como todas las historias, hay momentos imponentes.
Entre pieles nos encontramos. Entre llantos nos odiamos.
Un final de camino sin explicaciones.
Hacia el comienzo de este relato reciente.