Desde que te conocí, me siento una estrella. Un chabón que puede conducir fugazmente por cada momento de tu corazón y que no para en ninguna estación a recargar su emoción por vos.
A veces derrapo por tratar de ser algo en vos y no me doy cuenta que soy algo intenso para tu corazón. Que tus chakras quieren abrirse a mi razón pero no entiendo los violetas que tú color suele dar en vos.
Me encierro en mis proyectos para mantener mi distancia hacia a vos pero a veces ni eso basta para mis sueños que, vencidos de ilusión, tranquilicen tal emoción para lograr entender a tu amor sin redención.
Es que me suceden cosas extrañas con tu motor. Siento que me explicas cada cosa con tal certeza que ni yo podría explicar. Siento que sos tan clara al hablar que necesito aprender de vos. Necesito saber cómo estas. Cómo vas. Y por ende, como voy.
Sos una musa espiritual para mi. Mis corazonadas siempre se delatan a tu pensar y no puedo soportar pensar que estes mal. Que en mis sueños, te deshagan como migajas de pan. Que aunque toda emoción que sobrepase mi tempestad, no te pueda ayudar.
Son anhelos del futuro. Del final sin comienzo con augurios de mis defectos. Que me derriten como el hielo al sol y no me pueden hacer pensar con razón. Pero no soporto verte mal. Por más que sean mis sueños quienes relaten esto, quiero estar para tu relajar. Para tu paz y tu bienestar.
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