Si, los planetas se alinean y las estrellas brillan con mayor intensidad cuando dos personas se miran. Un lazo intenso de momentos cronometrados por relojes de arena que parecen derretirse entre tal tensión generada. Me causa un grado de escalofrío no poder seguir mirándote porque no entendés lo que quiero darte pero claro está que así es este difícil arte.
En la seducción, la libertad es gran parte de ella en toda situación. Mis momentos con vos son latidos que impulsan las corrientes de pensamiento más profundas que quieren cambiar el mundo. Soy un cuadrado intentando entrar en un círculo sin ser valorado. Te cuento cuan fuerte sería nuestra conexión si me dieras tus besos y aún así mi energía no logra entrar en tu corazón.
Las estrellas si saben de pasión. Saben lo irresistible que sería sacar toda tu ropa con mi boca de un solo movimiento iluminando cada chakra con mi barba camino a tu desnudez. Intensificaria la tensión generada por nuestras constelaciones que mucho saben de el otro y te haría prisionera de mi cuerpo y mis rasguños.
Dominaría cada parte de ti con solo respirarte al oído y en ese instante tu serías la dueña de los escalofríos que en tu espalda caminan como gotas de sudor que despiertan la pasión en el amor. Cómo si nunca te hubieras sentido conectada con nadie de esta manera. Cómo si suplicaras por favor, abrázame y besame.
Los concientes son pocos. Yo intento iluminarte. Con mis manos o mis besos, en tus tildes me entretengo. Como historias que se desatan en mi cabeza cuando te veo en mis sueños del inconsciente atrapado que no me deja verte. Que no me deja hacerte mía porque no respondes a mis salidas. Pero la ficción es así. Y mis deseos por tu cuerpo hoy son parte de ella.
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