Mis deseos.

Te pienso y te deseo.
Te sueño y te deseo.
Te miro y te deseo.
Te escribo y no desespero.

Nadie prometió un jardín de rosas. No doy promesas que nunca pueda cumplir. No prometo en realidad, solo deseo.

El universo abraza nuestra realidad. Se torna infinito para nosotros. Para otros, un eterno sufrimiento. Realmente no te espero, pero si te deseo.

Como todos los días suelo creer en vos, destruyo el resto que la civilización hizo nacer en vos. Veo la esencia de tu interior. Un corazón que aclama entrar en la luz de la energía. Que sabe como internarse en mis días.

Y es que mi amor no sabe girar a tu alrededor. No sabe como explicarte lo que siente. Lo que busca hacerte sentir y lo que sabe que está por venir. Pero aún así, con todas las dudas de mi astucia, te deseo.

Te deseo lo mejor del amor.
Te deseo la mejor redención.
Te deseo paz y conciencia para sanar.
Te deseo soñar tu mejor realidad.
Te deseo usar tu mejor disfraz.
Te deseo poder volar por el mar.
Te deseo explotar y volverte a armar.
Te deseo ser feliz al amar..

Sofía y la sabiduría.

En el planetario mágico que el zenit de su sonrisa conlleva, hay un grado de vulnerabilidad que penetra mi bienestar.

No para llevarnos mal, sino para entender lo que somos. Dioses que no respetan soles. Que no escriben lo mismo porque luchan contra cualquier eventualidad que la vida tiene. Formas de dar, recibir y esperar.

Que encontramos en nosotros? Una nueva física nuclear? Una razón para desmoronar las iglesias? No.. se llaman energías. Y existen.

Y entonces me acuesto pensando que todo lo que vivimos nosotros, fueron sonrisas. Formas de ser libres. De ser uno. De entender que el verdadero amor nace de adentro. De lo que nos conocemos y admiramos como las personas que somos. De lo que sabemos dar. Y tambien recibir.

En la vida hay que enseñar. Hay que nutrir. Hay que esquivar y también plantar. Hay que sufrir como amar. Y hoy supe latir a tu lado. A tu costado, justo al lado de esa capa inacabable de energía que siempre te va proteger.

Entre los conscientes, nosotros somos su virtud. Su capacidad de sentir, de explorar. De sufrir y hasta explotar. Somos consciente de porque nos conocemos. Conscientes de porque vibramos al lado del otro si en realidad... recién nos conocemos.

SENTIDOS: OLFATO.

¿Pudieron recordar alguna vez ese olor a la casa de la abuela que cocinaba para la familia los domingos? O ese olor a pasto recién cortado listo para empezar los penales con tu amigo en el patio o jugar con la arena hasta quedar disfrazados de pacha mama. La ultima comida que tuviste con la persona que más amor te brinda o hasta aquel sabor que imaginaste por solo oler la panadería de la esquina.
¿Cual fue el ultimo olor que sentiste? Hasta la sangre tiene su propio sabor a bronca, a enemigo. Pero no siempre se dan los mismos olores. Repetimos una y otra vez el uso de la nariz sin saber cuanta información podemos almacenar con solo un respiro.
¿Imaginan si fuéramos capaces de realmente almacenar toda la información con tan solo un sentido?
Y eso que tenemos cinco...
La IPA tiene todo este poder. El poder de concentrar los sabores en un solo punto: el centro de la copa. Saber que maltas usar, como molerlas, que ibus, srm, alcohol provocar. Burtonizar el agua, agregar sulfatos o sales para equilibrar el PH. Y lo más importante, como jugar con aquel preciado elemento al que le llamo "Alma, espíritu y fe" de la cerveza: el Lúpulo...

BLACK HOLE IPA
RPBeer.

Ph: @juampygonzalesph