Me encuentro todo el tiempo pensando en qué palabra puede levantar tu día y cual otra lo puede arruinar.
Llego a casa con la sonrisa de escuchar algo sobre vos.
Y nunca se si estas dispuesta a pensar lo mismo que yo.
Soy aquel que tanto extraño algunas veces...
El de las mañanas de primavera para caminar
y el de las noches de invierno listas para una pelicula.
Pero sigo reiterandome que esta vez hay algo raro en mi ser.
Algo que no deja de rebotarme adentro sin cesar.
Debe ser esa maldita costumbre de sentirme un hombre sin paz.
Y es que esa paz la pierdo en el último pestañazo en tu dirección.
El brillo de tus ojos me hace extrañarte mas y es que este presente tiene varias verdades por revelar.
Me siento raro sin tu voz a mi lado,
me falta esa necesidad de dedicarte todo mi tiempo.
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