Te imploro que no me dejes en paz.
Se mi fe y no vuelvas más.
Toma la ruta más rápida sin parar.
Vuela bajo, veloz y sin límites.
Siempre estuvimos en el mismo lugar. Ciudades con hermosos bulevares que alumbran la noche. Siniestros como las terminales vacías del mundo. Pasajeros sin destinos fijos.
Corsets que no suelen desprenderse sin ayuda asfixian los pulmones que desean respirar con libertad. Vivaces de cazar una presa que te ayude a sentirte mejor. Lenguajes sexualmente salvajes que de tus labios se derriten por mis ropas como hielos sobre el manto del sol.
Ansiosos de ser una vez más protagonistas de las épicas aventuras que los feriados suelen abarcar. Desbarantado cualquier motivo con tal de brindar con las camaradas de la infancia. Voy a salir a buscar mi futuro. A bailar sin pensar quien sos, porque sos y porque desapareciste.
Frases sin sentido. Muerte a la lógica.
Traición al amor que murió en tu inocencia.
No me lastimo más por vos.
No más.
sábado, 25 de febrero de 2017
lunes, 20 de febrero de 2017
Tu turno.
Que hoy decida quedarme con lo mejor de ti, implica superación o dolor?
Ya que insistí tanto tiempo en mi para dejar de quemarme una y otra vez con el mismo fuego, es tiempo de estar en paz. Creo que todos sufrimos por algo que capaz nunca va a suceder y no por eso nos detenemos en el momento.
La mente humana decide a veces sentirse traicionada por los estados de ánimo que acarreamos. Somos seres que reaccionan sin tener que depender de otro elemento químico. Si se tiene que gritar, se puede llorar también.
Lo esencial esta en saber sobrepasar todas las cosas que nos suelen encerrar en el mismo casillero. Tirar los dados y volver a moverse sobre el tablero es algo que siempre nos va a ocurrir en nuestro turno. Y si lo piensan de esta manera, siempre tenemos un turno por ronda. Por semana, por día.. por minuto.
Queda en uno realmente decir hasta cuando voy a estar así y poder salir adelante. Sin tener que tropezar una y otra vez con uno mismo y sentirse desconocido de no saber cómo lídear con ese espejo.
Al fin y al cabo, no hay superación sin dolor. Una de estas cosas sobrelleva a la otra. Y sin esmero no hay finales que tranquilcen el alma. Pero lo importante, es saber encontrar el turno correcto para tirar los dados y volver al juego.
Ya que insistí tanto tiempo en mi para dejar de quemarme una y otra vez con el mismo fuego, es tiempo de estar en paz. Creo que todos sufrimos por algo que capaz nunca va a suceder y no por eso nos detenemos en el momento.
La mente humana decide a veces sentirse traicionada por los estados de ánimo que acarreamos. Somos seres que reaccionan sin tener que depender de otro elemento químico. Si se tiene que gritar, se puede llorar también.
Lo esencial esta en saber sobrepasar todas las cosas que nos suelen encerrar en el mismo casillero. Tirar los dados y volver a moverse sobre el tablero es algo que siempre nos va a ocurrir en nuestro turno. Y si lo piensan de esta manera, siempre tenemos un turno por ronda. Por semana, por día.. por minuto.
Queda en uno realmente decir hasta cuando voy a estar así y poder salir adelante. Sin tener que tropezar una y otra vez con uno mismo y sentirse desconocido de no saber cómo lídear con ese espejo.
Al fin y al cabo, no hay superación sin dolor. Una de estas cosas sobrelleva a la otra. Y sin esmero no hay finales que tranquilcen el alma. Pero lo importante, es saber encontrar el turno correcto para tirar los dados y volver al juego.
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