Ya me perdí una navidad sin ti. Esperanzas que abordan cada barco no llegan a destinos por fracasos de naufragio. Mi consciencia ya no acelera y mis pensamientos no saben evitarte.
Ya un año sin vos, me resulta difícil de ver. No puedo cerrar un año entero sin tener una razón por la cual sangrar. Es que me duele no tenerte aquí. Domina mi ser no poder verte.
Lo más inútil es que fue un buen año. No lo siento así porque no pude compartirlo contigo. Y realmente quería hacerlo. Pensé que este tiempo iba a tener un final feliz. Uno de ellos donde las sonrisas emergían y los corazones amarían.
Fuera de ello, te perdí.
Te extraño como a mi razón.
Te siento como a mi calor.
Perdón por ello.
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