Me toca escribir un cuento ya que no se puede explicar en prosas. En una métrica de poesía no entran tantos sentimientos como los que hoy se balancean en mi memoria. Es a corto plazo, pero puedo hacerla estirar. Tanto que no se puede olvidar.
No fue lo que yo esperaba. Creí que podía lograr una aproximación a la realidad con sólo pensarlo, pero me equivoqué.. fuertemente me equivoqué. Era aún más potente que esto. Y es que dices que planear no es mejor que improvisar. Y es que tienes tanta razón...
Pensé que quizás pueda verte sonreír. Quizás pueda sentir tus caricias o hasta quizás pueda darte un abrazo. Pero fue mucho mas que eso. Tu sonrisa no era una simple mandíbula con dientes, era un alma entera dedicada a ser feliz. Tus caricias no eran un simple deslizar de manos, son el gran un acompañamiento de tus besos perfectamente diseñados. Y nunca pude abrazarte como yo lo planeaba, es que me preocupaba por despreocuparme de los detalles más importantes... de tus ojos, de tu pelo, de vos.
Y por eso me dedico hoy a escribir lo que se siente estar detrás de las letras. Dedico obra y arte para mis sentimientos, y creo que mostrarte que hoy sos parte de ellos, no es para nada imprescindible en este nuevo relato.
Verte, sonrojarme.. temblar.
Sentirte y abrazarte. El mundo no sabe nada de la paz.
¿Ser o no ser? ¿Probar o no probar? ¿Querer o.. querer?
Te admiro por tus besos. Desataría cualquier guerra por ellos.
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